Eterno silencio

Titila la luz de un faro
en los ojos se anuncia naufragio 
hay corales grises pardos 
que se asoman por las manos 

En el pecho un oleaje 
de algas verdes y amarillas
entre arena áspera y fina 

En la garganta apresado 
húmedo grito 
acallado
cosquilleo entre los labios 
blanco
efímero
y salado 

¡No hubo llanto !
¡No hubo lamento !

Solo un grito enmudecido
Solo un silencio buscado
eterno 
y ya sepultado
en arrecife olvidado 

Y en el cielo pulcro y claro 
yace el silencio obligado 
sin voz que consuele al llanto 

que le implora desde abajo 

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